Paujil Piquiazul/Blue-billed Curassow/Crax alberti [e]

Crax Alberti.jpg
Foto: Rodrigo Gaviria

Nombre en español: Paujil Piquiazul

Nombre en ingles: Blue-billed Curassow

Nombre científico: Crax alberti

Familia: Cracidae

Canto:  Ross Gallardy
Foto: Mauricio Ossa

El paujil colombiano (Crax alberti), también conocido como pavón piquiazul2​, pavón colombiano y opón, es una especie de ave galliforme de la familia Cracidae endémica del norte de Colombia, desde el piedemontede la Sierra Nevada de Santa Marta hasta la cuenca baja y media del río Magdalena. No se conocen subespecies.

Foto: Mauricio Ossa

Descripción

Alcanza en promedio 91 cm de longitud. Sus plumas son negras y brillantes, excepto en la punta de la cola y el abdomen, donde son blancas. El macho presenta sobre el pico carúnculas y cera de color azul. El pico de la hembra carece de prominencias pero la base también es azul, sus partes bajas castañas, pecho y cola con línas blancas y tiene una fase de color rojizo.

Hábitat

Vive en selvas cálidas nubladas a menos de 1.500 m.s.n.m. Está amenazado por la destrucción sistemática y masiva de su hábitat. Se halla en peligro crítico de extinción.

Libro Rojo de las Aves de Colombia Vol. II

Ecología

Esta especie endémica de Colombia originalmente habitaba gran parte de las cuencas medias y bajas de los ríos Cauca y Magdalena, desde el río La Vieja entre Quindío y Valle del Cauca y el sur del departamento del Hui-la, hasta las estribaciones de la SNSM. Además, existen observaciones en el departamento de la Guajira (Delacour y Amadon 1973; Hilty y Brown 1986; Cuervo 2002). El área de distri-bución de esta especie se traslapa parcialmente con las áreas de endemismo de aves de la SNSM y las zonas bajas de Nechí (Stattersfield et ál. 1998). Para la década de los ochenta las poblaciones se habían reducido en toda su área de distribución (Collar et ál. 1992). En los valles medios del Cauca y Magdalena las observaciones de esta especie provienen de bosque húmedo y muy húmedo tropical entre 0 y 1200 m (Stiles 1998; Cuervo et ál. 1999; Ochoa et ál. 2005; Moreno-Palacios 2007; Melo-Vásquez et ál. 2008), pero es más frecuente por debajo de 800 m (Cuervo 2002) o 600 m (del Hoyo 1994). En el norte de Colombia la especie ha sido registrada en remanentes de bosque seco (Ochoa et ál. 2005; Mendoza y Ochoa 2007) y unas pocas observaciones provienen de bosque montano en la parte alta de la SNSM (W. Naranjo com. pers).
El Paujil Colombiano se ha observado en bosques maduros con diferentes grados de perturbación, desde bosques bien conservados hasta lugares donde los árboles maderables han sido extensamente entresacados. También se encuentra en bosques de crecimiento secundario (Cuervo et ál. 1999; Ochoa et ál. 2005; Moreno-Palacios 2007). Además de la fragmentación de poblaciones pequeñas, este paujil es vulnerable a la cacería (Ochoa et ál. 2005; Melo et ál. 2008; Cabarcas et ál. 2008). Con base en mapas del 2002 y registros de la especie en el norte de la cordillera Central en Antioquia, Melo-Vásquez y colaboradores (2008) calcularon que el área mínima de bosque donde puede habitar la especie es aproximadamente 300 ha. Sin embargo, es poco probable que los fragmentos de esta extensión soporten poblaciones viables, dadas sus bajas densidades poblaciones. La presencia en fragmentos de bosque tan pequeños podría depender de su conectividad con bosques ale-daños. La especie puede cruzar pequeñas áreas abiertas como carreteras y servidumbres de oleoductos (Cuervo et ál. 1999; Moreno-Palacios 2007).
El conocimiento de la ecología de la especie está principalmente restringido a la época reproductiva que, por lo general, se extiende de diciembre a abril coincidiendo con la época más seca del año (Cuervo et ál. 1999; Ochoa et ál. 2005; Rodríguez 2008), aunque hay registros de machos emitiendo vocalizacio-nes de cortejo desde noviembre (Moreno-Palacios 2007) y se ha reportado un nido activo en sep-tiembre (Quevedo et ál. 2008). Estas observaciones provienen de zonas de bosque húmedo tropical.
La mayoría de los registros consisten en machos emitiendo pujidos de cortejo (p. ej. 60 % de las observaciones en Ochoa et ál. 2005 y 70 % de Melo et ál. 2008). También se han reportado hembras solitarias, parejas adultas y grupos conformados hasta por seis individuos (Ochoa et  ál. 2005; Moreno-Palacios 2007; Rodríguez 2008). No hay información precisa sobre el uso de hábitat, pero se observan en el interior y el borde del bosque (Ochoa et ál. 2005; Rodríguez 2008), así como en todos los estratos del bosque (Cuervo 2002; Rodríguez 2008). Sin embargo, existe una correlación positiva entre el diámetro de los árboles (lo cual representa bosques viejos) y la densidad poblacional de C. alberti en la reserva El Paujil (Moreno-Palacios 2007).
Los nidos se han observado en bordes de bosque en los que abundan lianas y bejucos (Cuervo et ál. 1999; Ochoa et ál. 2005; Rodríguez 2008; Moreno-Palacios 2007). Los nidos son ubicados a alturas entre 1.9 y 8 m (Ochoa et ál. 2005; Urueña 2008) y se estima un periodo de incubación de 30 a 32 días (Ochoa et ál. 2005). Los polluelos son nidífugos (Medina y Castañeda 2005).
Los paujiles suelen visitar pequeñas quebradas en el bosque durante la época seca (Cuervo 2002). Pasan la noche en dormideros que son ocupa-dos por individuos solitarios (Urueña 2008), parejas (Mo-reno-Palacios 2007) o grupos de tres individuos (Ochoa et ál. 2005; Urueña 2008). Los campesinos reconocen zonas donde los paujiles toman baños de are-na o aserrín de troncos en des-composición y áreas donde remueven la hojarasca para buscar alimento (Urueña 2008).
Esta especie tiene una dieta amplia que incluye frutos, plán-tulas, anélidos, grandes artrópo-dos, animales en descomposición (Cuervo y Salaman 1999) y flores (Moreno-Palacios 2007; Urueña 2008) que busca en el suelo (Cuervo 2002; Urueña 2008). Se han identificado 15 especies vegetales en la dieta de C. alberti, entre las que se cuentan los frutos de Iryanthera ulei, Virola sebifera, Pseudolme-dia laevis, Protium heptaphilum, Dialium guianense, Inga sp. (Moreno-Palacios 2007; Urueña 2008), Margaritaria nobilis y Pouroma bicolor (Moreno-Palacios 2007); y flores de Grias foetidissima (Moreno-Palacios 2007; Urueña 2008).

Población

C. alberti ha sido considerado como una especie poco común y con distribución restringida (Hilty y Brown 1986; Cuervo 2002). Strahl et ál. (1994 cita-do por BirdLife Internacional 2000), estimaron que esta especie tendría una población total entre 1000 y 2500 individuos. Posteriormente, Cuervo y co-laboradores (1999) estimaron que la población total de la especie no superaría los 1500 individuos, cálculo que se obtuvo sin una metodología específica y fue únicamente basado en observaciones recientes de la especie del nororiente de Antioquia. Melo y colaboradores (2008) estimaron 1350 individuos en un área que representaba 30 %del área potencial remanente en 2002 en el nororiente de Antio-quia, usando la densidad poblacional estimada por González (2004) en esa región del país. Rodríguez (2008) estimó 7448 individuos en el área de hábitat potencial remanente reportada por Cuervo et ál. 2002 usan-do las densidades poblacionales obtenidas en la reserva El Paujil. La densidad poblacional de esta especie se ha estimado en tres reservas regionales. En el cañón del río Alicante (departamento de Antioquia), en dos áreas de los municipios de Maceo y Puerto Berrío, se obtuvieron densidades de 1.66 ind/km2 y 0.78 ind/km2 (González 2004). En la reserva El Paujil, municipio de Puerto Boyacá, se han obtenido densidades de 3.1 ind/km2 (Rodríguez 2008) y 2.8 ind/km2 (Rodríguez 2008). En el Ecoparque Los Besotes (departamento de Cesar) se obtuvo un valor de 1.1 ind/km2 (Mendoza-Polo com. pers.).

Amenazas

Las amenazas consisten en pérdida y fragmentación del hábitat potencial, disminución de la calidad del hábitat, cacería y contaminación (Cuervo et ál. 2002; Toro y Cuervo 2002; Moreno-Palacios 2007; Melo et ál. 2008; Cabarcas et  ál. 2008; Quevedo et ál. 2008). La disminución de área de los bosques en los alrededores del río Magdalena en donde habita la especie es posiblemente la principal amenaza. Las principales causas de la de-forestación son la extensión de la frontera agrícola y en algunas zonas los cultivos ilícitos, como la coca y la marihuana. Zonas como la serranía de San Jacinto (Haffer 1975 en Collar et ál. 1992), la parte baja del PNN Paramillo, el valle medio del Magdalena, la SNSM (Cuervo 2002; Strewe y Navarro 2004) y Puerto Valdivia (Paynter y Traylor 1981 citado por Cuervo 2002) han sido fuertemente deforesta-das (Cuervo 2002). En un área que representa el 16.5 % de la extensión de presencia calculada para la especie en el 2002 (Cuervo et ál. 2002) se ha estimado una pérdida de área de distribución mayor al 80 % similar a la que se presenta a nivel nacional, con una tasa de deforesta-ción anual de 2.4 % (Melo et ál. 2008). La deforestación trae consigo la fragmentación de los bosques y consecuentemente el aislamiento de las poblaciones. Sin embargo, un estudio sobre la genética de las poblaciones en el norte de la cordillera Central, no reveló diferencias asociadas al aislamiento de las poblaciones (L. A. Ramírez com. pers.), posiblemente debido al corto periodo de tiempo que lleva el aislamiento. La cacería de subsistencia es una práctica generalizada en zonas donde aún hay poblaciones de paujiles (Ochoa et ál. 2005; Melo et ál. 2008; Cabarcas et ál. 2008). En tres municipios del departamento de Antioquia se estimó que entre los años 2002 y 2003 se cazaron 57 individuos (Melo et ál. 2008). Esta amenaza es posible-mente mayor para los machos durante la época reproductiva, pues las vocalizaciones facilitan su ubicación por los cazado-res (Cuervo et ál. 1999; Ochoa et ál. 2005). Por lo tanto, la cacería podría estar alterando la proporción de sexos de las po-blaciones aisladas. Además, el saqueo de nidos y la recolecta de polluelos para mantenerlos en cautiverio o para comercializarlos es otra práctica que afecta a las poblaciones (Cuervo et ál. 1999; Ochoa et ál. 2005). Los efectos sinérgicos de estas dos amenazas pueden generar ex-tinciones locales de la especie en poblaciones aisladas. La contaminación por actividades como la fumigación de cultivos ilícitos (Moreno-Palacios com. pers.) y la extracción de oro, practicada en gran parte del río Magdalena y sus afluentes, podría estar afectando las fuentes de agua en zonas donde habita la especie. Sin embargo, no se tiene información acerca de los efectos de es-tas actividades sobre los paujiles.

Foto: Jorge Muñoz

Historia de vida

Las especies del género Crax alcanzan su edad reproductiva a los 3 años de edad.

Medidas de conservación tomadas

El Paujil Colombiano se encuentra en varias reservas regionales como el cañón del río Alicante (6300 ha) y Bajo Cauca Nechí (129 000 ha) en el departamento de Antioquia, crea-das por CORANTIOQUIA (Ochoa et  ál. 2005). Igualmente, se encuentra en la reserva El Paujil (1200 ha), ubicada entre los departamentos de Boyacá y Santander, creada por la Fundación Proaves y designada como reserva regional por CORPOBOYACÁ. Gran parte de la información generada sobre esta especie proviene de estas tres zonas protegidas. La primera evidencia sobre su presencia en el PNN Paramillo proviene de indi-viduos cautivos en fincas de la región (Cuervo y Salaman 1999). Sin embargo, desde el 2005 se han obtenido registros visuales y auditivos de la especie en la vereda La Oscurana, zona de amor-tiguamiento del PNN Paramillo (I. Mendoza-Polo com. pers). Actualmente (2010) se está ejecutando en esta región un proyecto de evaluación de la ecología y amenazas del paujil, por la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y San Jorge (CVS) y la Fundación Proaves (I. Mendoza-Polo com. pers.). En el norte de Colombia la especie se encuentra en el ecoparque Los Besotes (3555 ha), declarada como Santua-rio de Vida Silvestre por la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar y Fundebes (Fundación ecoparque Los Besotes). Las reservas Cañón del río Alicante (CO038), Bajo Cauca Ne-chí (CO035), el ecoparque Los Besotes (CO010) y el PNN Paramillo (CO022) han sido además declaradas como AICA (Franco y Bravo 2005). Aparentemente, aún persisten algunos individuos en el PNN Tayrona, y observaciones en 1999 indican que la especie aún subsiste en el valle de San Salvador, ubicado en el PNN SNSM (C. Navarro com. pers). Además, se tienen ciertos indicios de su presencia en el SFF Los Colorados (Cuervo 2002; CORANTIOQUIA 2005).
En varias de las zonas donde se han realizado proyectos de investigación sobre la especie, se han ejecutado también programas de sensibilización. Entre ellos vale la pena mencionar la distribución de material didáctico y charlas en escuelas en el nororiente de Antioquia (CORANTIOQUIA 2000; CORANTIOQUIA 2002; CORANTIOQUIA 2005); el programa de educación ambiental ejecutado por la Fundación Proaves en el corregimiento de Puerto Pinzón y varias veredas aledañas a la reserva El Paujil donde se han llevado a cabo talleres, char-las informativas, difusión de información en me-dios de comunicación y donde se está ejecutando anualmente el festival del paujil (Machado 2008).
Como medidas ex situ para la conservación de esta especie se tiene información de tres pro-gramas de reproducción en Colombia liderados por la Fundación Zoológico de Cali, La Fundación Ecolombia y La Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla (Cuervo et ál. 1999). A nivel internacional, se tiene información de un programa de cría en cautiverio en el Zoológico de Houston y aparentemente hay más individuos en los zoológicos de San Diego (Estados Unidos) y Nogeyama (Japón) (ISIS 1999 y Weber 1998, citados por Cuervo et ál. 1999). En el 2002 se diseñó un plan de conservación para la especie que fue entregado por CORANTIOQUIA a la Fundación Proaves Colombia. Este plan culminó en el 2010 y sus esfuerzos han sido focalizados en la reserva El Paujil, y solo ha incluido tangencialmente al marco de instituciones que fueron convocadas inicialmente en el diseño del mismo. Por último, es importante mencionar que la especie se encuentra incluida en el apéndice III de CITES (UNEP-WCMC 2015).

Blue-billed curassow

The blue-billed curassow (Crax alberti) or blue-knobbed curassow is a species of bird in the family Cracidae, which includes the chachalacas, guans, and curassows.

Foto: Jorge Muñoz

It is found only in Colombia; areas of its range in the south and east are bordered by the Magdalena River. Its natural habitat is subtropical or tropical moist lowland forest. It is threatened by habitat loss.

Crax alberti

Wikipedia/eBird/xeno-canto/Libro Rojo de las Aves de Colombia Vol. II

11 comentarios en “Paujil Piquiazul/Blue-billed Curassow/Crax alberti [e]

  1. Hola, nos gustaría utilizar tu fotografía de Crax alberti para un catalogo de especies de la Sierra Nevada de Santa Marta. ¿que debo hacer? obviamente irás citado y referenciado en la fotografía como el autor. Saludos, espero respuesta!

  2. Hola, cómo están? Queríamos consultarle al autor de la foto si podíamos usarla en una publicación de WWF-Colombia sin ánimo de lucro o ningún fin comercial, solo informativo. Quedo muy pendiente pues debemos publicar el lunes 22 de junio. Gracias

    1. Hola Laura un saludo, ya consulte con Rodrigo Gaviria autor de la foto y autoriza el uso de la foto para la publicación, incluir crédito Foto: Rodrigo Gaviria Obregón / Fuente: Birds Colombia

  3. Hola, Mauro. Te pregunto ¿podría utilizar la primera foto para una valla alusiva a la protección de fauna en el municipio de Segovia? Con los respectivos créditos y fuente: Foto: Rodrigo Gaviria Obregón / Fuente: Birds Colombia.

    1. Hola Aaron perdón por no responder antes a esta pregunta pero andábamos muy ocupados, si todavía te sirve te puedo compartir una foto nuestra, la de Rodrigo tocaría pedirle autorización a el. un saludo

  4. Hola quiero saber si es posible usar la foto para una camiseta, no es para uso comercial es para una conferencia que van a dictar estas universidades BioResilience
    Bristol
    Exeter
    NERC
    UnAD quedo atenta, gracias

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