Tororoi de Santa Marta/Santa Marta Antpitta/Grallaria bangsi

Foto: Ferney Salgado

Nombre en español: Tororoi de Santa Marta

Nombre científico: Santa Marta Antpitta

Nombre en ingles: Grallaria bangsi

Familia: Grallariidae

Categorías: Endémica / Amenazada / (VU) Vulnerable

Canto: Peter Boesman

El tororoi o tororoí de Santa Marta​ (Grallaria bangsi), también denominado chululú de Santa Marta,​ es una especie de ave paseriforme perteneciente al numeroso género Grallaria de la familia Grallariidae, anteriormente incluido en Formicariidae. Es endémica de la Sierra Nevada de Santa Marta, en el noreste de Colombia.

Hábitat

Es común en el suelo o cerca de él, en hábitats de selvas montanas, bosques secundarios y bordes, principalmente entre 1600 y 2400 msnm de altitud.

Foto: Gabriel Angel

Descripción

Mide 18 cm de longitud. El plumaje de las partes superiores en marrón oliváceo a oliva grisáceo, con anillo ocular y lores blancos; la garganta es de color ante ocráceo y las partes inferiores con estrías blancas y marrón oliváceo, el centro del vientre blanco, flancos marrón y color ante acanelado bajo las coberteras alares.

Libro Rojo de las Aves de Colombia Vol. II

Es un ave endémica de Colombia (Stiles 1998), con distribución geográfica restringida a la SNSM entre 1200 y 2500 m, siendo más frecuente y más fácil de observar arriba de los 1600 (Hilty y Brown 1986; Ridgely y Tudor 1994; Kattan y Renjifo 2002; K. Dowling com. pers. 2009; W. Naranjo com. pers. 2009; Certuche y Carantón 2011). El Toro-roi de Santa Marta habita bosques montanos húmedos maduros o secundarios avanzados con humedades relativas entre 80 % y 90 %, temperatura promedio de 18° C, pendientes entre 30º y 70º. La cobertura de hojarasca de los suelos de estos bosques es de aproxi-madamente 78 %, la cobertura del dosel es de 79 %, las alturas promedio de los árboles que se encuentran en estos sitios están entre 12 y 20 m y los sotobosques en donde usualmente se encuentra la especie tienen una estructura de vegetación densa en donde es frecuente encontrar chusque, helechos y enredaderas con alta densidad de epífitas; en otras zonas menos densas es usual escuchar el tororoi en el sotobosque dominado por arbustos de Aphelandra mildbraediana.
Se puede considerar el aumento en el número de registros de la especie en áreas con mayor humedad cerca de cuerpos de agua y peñas llenas de líquenes y musgos que retie-nen agua (Certuche y Carantón 2011). Los registros que se tienen de la especie en la ma-yoría de los casos se han dado en el interior de los bosques, algunas veces en pequeños espacios abiertos, claros y bordes de cami-nos (Hilty y Brown 1986; Kattan y Renjifo 2002); en el caso de los registros en bordes de bosque se ha observado hasta una distancia de aproximadamente 30 m de la matriz (comúnmente pastizales con baja densidad de árboles destinados a la ganadería o crianza de ovejas) (Certuche y Carantón 2011). Dentro de las caracterizaciones del hábitat hechas para la especie a inicios de 2010 se lograron registrar 3 individuos en franjas muy estrechas de bosque fragmentado de una amplitud no mayor a 50 m, cercanos a parches grandes de bosque, lo que lleva a suponer que la especie soporta moderadamente los impactos de la fragmentación. G. bangsi es de hábito principalmente terrestre, prefiere suelos con abundan-te hojarasca (~300g/50 cm2) (Certuche y Carantón 2011) y perchas bajas de no más de 2 m. Esta especie es menos escurridi-za y más fácil de ver que otras especies endémicas del género. Habita un área menor a los 50 000 km2 razón por la cual hace parte de la lista de especies con área de distribución restrin-gida (Stattersfield et ál. 1998). Se han identificado diferentes ítems alimenticios en el conteni-do estomacal de un espécimen, incluyendo restos de insectos muy digeridos (patas, tórax y cabezas), semillas, coleópteros de los géneros Staphylinidae y Curculionidae, miriápodos, hormigas (Myrmicinae), huesos de Centrolenidae, y otros hue-sos no identificados (Certuche y Carantón 2011).
A partir de registros au-ditivos, se sabe que el Tororoi de Santa Marta es localmente común (Hilty y Brown 1986). En el 2010, al hacer la caracte-rización del hábitat de la espe-cie en la RN la Cumbre, en tres trayectos lineales de 400 me-tros en bosque se registraron en promedio 7 individuos por trayecto (Certuche y Carantón 2011). Aunque estos datos son una aproximación a la densidad poblacional de la especie en la zona, aún hace falta hacer estimaciones poblacionales en otras zonas de la SNSM en donde se ha registrado la especie. Esta ha sido registrada con frecuencia a lo largo de la cuchilla de San Lorenzo (AICA de 57 000 ha en el Magdalena) (BirdLife 2010b, N. Bayly com. pers. 2010). Por el contrario, en el Valle de San Salvador (AICA de 58 000 ha en la Guajira) ha sido descrita como una especie local y poco frecuen-te, ya que pocos individuos han sido observados y grabados den-tro de los bosques primarios por encima de los 1600 m (Strewe y Navarro 2003). En el Valle del Río Frío (AICA de 25 000 ha Magdalena), Strewe y Navarro (2004b) la describen como una especie poco común ya que a pesar de ser capturada y registrada auditiva y visualmente, solo estu-vo presente entre el 10 y el 50 %del total de los días muestreados por ellos. Navarro (com. pers. 2010) ha registrado en bosques primarios que hacen parte de las veredas Bella Vista, Cebolleta, Vista Nieve y Cuchilla de San Lorenzo entre 1 y 2 individuos.
Se ha registrado una hem-bra en estado reproductivo colectada por Carriker el primero de septiembre y una hembra con parche de incubación arrugado e iniciando vascularización, con ovario granulado con folículos de diferentes tamaños; además, se encontró el oviducto ensanchado en este espécimen, lo que puede indicar el inicio de la temporada de anidación para inicios del mes de marzo (Certuche y Carantón 2011). También hay una observación de un juvenil siguiendo a un adulto el 7 de julio en San Lorenzo por B. T. Johnson (Hilty y Brown 1986).Es un ave endémica de Colombia (Stiles 1998), con distribución geográfica restringida a la SNSM entre 1200 y 2500 m, siendo más frecuente y más fácil de observar arriba de los 1600 (Hilty y Brown 1986; Ridgely y Tudor 1994; Kattan y Renjifo 2002; K. Dowling com. pers. 2009; W. Naranjo com. pers. 2009; Certuche y Carantón 2011). El Toro-roi de Santa Marta habita bosques montanos húmedos maduros o secundarios avanzados con humedades relativas entre 80 % y 90 %, temperatura promedio de 18° C, pendientes entre 30º y 70º. La cobertura de hojarasca de los suelos de estos bosques es de aproxi-madamente 78 %, la cobertura del dosel es de 79 %, las alturas promedio de los árboles que se encuentran en estos sitios están entre 12 y 20 m y los sotobosques en donde usualmente se encuentra la especie tienen una estructura de vegetación densa en donde es frecuente en-contrar chusque, helechos y enredaderas con alta densidad de epífitas; en otras zonas menos densas es usual escuchar el tororoi en el sotobosque dominado por arbustos de Aphelandra mildbraediana.
Se puede considerar el aumento en el número de registros de la especie en áreas con mayor humedad cerca de cuerpos de agua y peñas llenas de líquenes y musgos que retienen agua (Certuche y Carantón 2011). Los registros que se tienen de la especie en la mayoría de los casos se han dado en el interior de los bosques, algunas veces en pequeños espacios abiertos, claros y bordes de caminos (Hilty y Brown 1986; Kattan y Renjifo 2002); en el caso de los registros en bordes de bosque se ha observado hasta una distancia de aproximadamente 30 m de la matriz (co-múnmente pastizales con baja densidad de árboles destinados a la ganadería o crianza de ovejas) (Certuche y Carantón 2011). Den-tro de las caracterizaciones del hábitat hechas para la especie a inicios de 2010 se lograron registrar 3 individuos en franjas muy estrechas de bosque fragmentado de una amplitud no mayor a 50 m, cercanos a parches grandes de bosque, lo que lleva a suponer que la especie soporta moderadamente los impactos de la fragmentación. G. bangsi es de hábito principalmente terrestre, prefiere suelos con abundan-te hojarasca (~300g/50 cm2) (Certuche y Carantón 2011) y perchas bajas de no más de 2 m. Esta especie es menos escurridiza y más fácil de ver que otras especies endémicas del género. Habita un área menor a los 50 000 km2 razón por la cual hace parte de la lista de especies con área de distribución restringida (Stattersfield et ál. 1998). Se han identificado diferentes ítems alimenticios en el contenido estomacal de un espécimen, incluyendo restos de insectos muy digeridos (patas, tórax y cabezas), semillas, coleópteros de los géneros Staphylinidae y Curculionidae, miriápodos, hormigas (Myrmicinae), huesos de Centrolenidae, y otros hue-sos no identificados (Certuche y Carantón 2011).
A partir de registros au-ditivos, se sabe que el Tororoi de Santa Marta es localmente común (Hilty y Brown 1986). En el 2010, al hacer la caracte-rización del hábitat de la especie en la RN la Cumbre, en tres trayectos lineales de 400 me-tros en bosque se registraron en promedio 7 individuos por trayecto (Certuche y Carantón 2011). Aunque estos datos son una aproximación a la densidad poblacional de la especie en la zona, aún hace falta hacer estimaciones poblacionales en otras zonas de la SNSM en donde se ha registrado la especie. Esta ha sido registrada con frecuencia.

Amenazas

La principal amenaza que en-frenta el Tororoi de Santa Marta es la continua pérdida de su hábitat como consecuencia de la intervención antrópica; acciones como la deforestación, el establecimiento de potreros para la ganadería, los cultivos ilícitos y su erradicación, ponen en peligro el equilibrio natural de la región que, a su vez, genera grandes problemas a especies endémicas con ámbitos limita-dos como G. bangsi, ya que estas desarrollan preferencias por hábitats específicos (Strewe y Navarro 2004b; Birdlife 2010b).

Foto: Jossie Esteban Lazaro

Medidas de conservación tomadas

Se han establecido reservas natu-rales privadas que han ayudado a disminuir un poco la presión sobre esta especie y se destaca que la parte alta del corregimiento de San Pedro donde se observó un individuo se encuentra protegido por el resguardo indígena y el PNN SNSM (C. Navarro com. pers. 2010). Adicionalmente, la espe-cie ha sido registrada en 3 zonas declaradas como AICA, también está en el PNN SNSM y se destacan las acciones de conservación realizadas en la RN la Cumbre, en donde es frecuente encontrar la especie.

Grallaria bangsi.jpg
Grallaria bangsi, ilustración de George Miksch Sutton, 1922.

Santa Marta antpitta

The Santa Marta antpitta (Grallaria bangsi) is a species of bird in the Grallariidae family. It is endemic to Colombia. Its natural habitat is subtropical or tropical moist montane forests. It is threatened by habitat loss.

Foto: Kristian Daza

Description

The Santa Marta antpitta is 18 cm long and is brown above with eye ring. Its underparts are white streaked brown, except for bright buff throat, brownish flanks and cinnamon buff underwing coverts.

Santa Marta Antpitta is confined to the endemic hotspot of the Sierra Nevada de Santa Marta in northern Colombia, where its voice is a common sound of humid cloud, predominantly between 1600 m and 2400 m. In color, Santa Marta Antpitta is largely dark brown above, with a tawny throat and white underparts that are heavily streaked with dusky. This species is comparatively bold for an antpitta, hopping along the ground, and sometimes coming to edges to feed, especially in the early morning. Like most species of antpitta, much remains to be discovered concerning its natural history. Santa Marta Antpitta is currently considered Vulnerable, largely due to its extremely limited range and ongoing habitat threats in the area.

Wikipedia/eBird/xeno-canto/Neotropical Birds/Libro Rojo de las Aves de Colombia Vol. II

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