
Nombre en español: Verderón de San Andrés
Nombre en inglés: San Andres Vireo
Nombre científico: Vireo caribaeus
Familia: Vireonidae
Categorías : Endémico /Amenazado / (VU) Vulnerable
El vireo de San Andrés o verderón de San Andrés (Vireo caribaeus), es una especie de ave paseriforme perteneciente al numeroso género Vireo de la familia Vireonidae. Es endémico de la isla colombiana de San Andrés, en el mar Caribe (frente a la costa oriental de Nicaragua). Se encontraba en la mayoría de la isla, pero debido a la pérdida de diversos hábitats, la población se limita ahora a la parte sur.

Descripción
Es un ave pequeña que alcanza hasta 12,5 cm de longitud. Es de color verde oliva en el dorso y blanquecino o amarillo claro en el vientre. Presenta dos barras blancas en los bordes del ala, bordes pálidos en las plumas de vuelo y una franja de color amarillo claro entre el pico y los ojos. El ojo es de color gris-marrón. Emite varios cantos y llamados; produce un llamado de una sílaba, una canto repetido de dos sílabas y una canto de tres sílabas.
Tiene un pico ligeramente más delgado y más oscuro que el vireo de los manglares (Vireo pallens). Su pico es un poco más largo y más oscuro que el del vireo de Jamaica (Vireo modestus), el cual también difiere por tener un ojo blanquecino y una franja más delgada entre el pico y los ojos
Hábitat
Vive solamente en la isla de San Andrés, en el suroeste del Caribe. Se presenta en una variedad de hábitats, incluyendo bosques, las plantaciones de cacao, pastizales matorrales y manglares. Prefiere la vegetación con un sotobosque denso. Es más común en el sur menos urbanizado de la isla.
Estado de conservación
La población se ha estimado en entre 8.200 y 14.000 pájaros. Puede ser vulnerable a los efectos de los huracanes. Le amenaza pérdida de hábitat a medida que aumenta la población de la isla, aunque es relativamente tolerante a la degradación del hábitat y sigue siendo una de las aves más comunes de la isla. Está clasificada como especie vulnerable por BirdLife International.
Comportamiento
Se alimenta espigando orugas y otros artrópodos de la vegetación. El territorio de reproducción abarca alrededor de 0,5 hectáreas. La anidación se ha registrado en junio; el nido es construido colgando sobre una rama de los arbustos y manglares. La hembra pone dos huevos ligeramente manchados.

Libro rojo de las aves de Colombia Vol. II
Ecología
Es una especie común en todos los hábitats de la isla de San Andrés: bosque ralo asociado a palmas y matorrales, cultivos variados, plantaciones de palma de coco con matorrales y pastos, pastizales, manglar, bosque denso y rastrojos y matorrales de mediana altura (Moreno y Devenish 2003; IGAC-Coralina 1998). De su amplia distribución en la isla, se deduce que tiene un buen grado de tolerancia a la perturbación, pero no existen evaluaciones de calidad de hábitat a lo largo del ciclo de vida.
Normalmente se observa en parejas y su comportamiento de forrajeo es más activo y enérgico que el de otros vireos. Prefiere los estratos bajos donde forrajea en busca de insectos y frutos (Barlow y Nash 1985; Roselli 1998; Rosselli y Estela 2002; Moreno y Devenish 2003; Gómez y Moreno 2008). En los manglares, donde el estrato arbustivo es escaso y la vegetación de gran porte, su altura de forrajeo alcanza los 15 m (Moreno y Devenish 2003). Además de insectos consume frutos durante la temporada reproductiva (Roselli 1998; Gómez y Moreno 2008).
Las mayores densidades de individuos se han registrado durante la época de lluvias en hábitats cerrados como el bosque ralo, plantaciones de palma de coco, bosque denso y manglar con una densidad promedio de 1270 ± 754 ind/km2 (Moreno y Devenish 2003). Se han registrado variaciones en la abundancia de individuos en los diferentes hábitats entre la época de lluvias y la de sequía (Rosselli 1998; Moreno y Devenish 2003). Esto sugiere que la especie realiza movimientos estacionales significativos, cuyas causas deben ser confirmadas con más investigación.
La especie forma parejas permanentes que defienden territorios de 0.22 ±0.07 ha (n= 31) (Gómez y Moreno 2008). Ponen una nidada de 2 huevos por temporada reproductiva. Las variables ambientales que desencadenan la reproducción sincronizada son el fotoperiodo, la precipitación y la consecuente variación en abundancia de recursos alimenticios (Gómez et ál. 2010).
Población
En 1998 se estimaron entre 8206 y 14792 individuos (Rosselli 1998; Rosselli y Estela 2002). Esta cifra no tiene en cuenta diferencias en la detección de la especie según el hábitat.
Amenazas
Dada la falta de conocimiento sobre los requerimientos ecológicos de la especie, la transformación del paisaje podría ser la mayor amenaza para el Vireo de San Andrés. Particularmente el bosque ralo, hábitat de mayor extensión en la isla y donde se ha visto que prefiere anidar, está destinado a usos varios, sobre todo agrícolas, y carece de políticas definidas de protección (Coralina 2010). Esto no quiere decir que la agricultura sea ne-cesariamente incompatible con la sobrevivencia de la especie, pero se necesitan estudios que sirvan de apoyo para diseñar las medidas de uso y manejo apropiadas (Rosselli y Estela 2002; Gómez y Moreno 2008). De la misma forma, la pérdida de conectividad entre hábitats en San Andrés, impulsada por un cambio acelerado en el uso de la tierra, puede ser una amena-za potencial para la población de Vireo caribaeus, en especial cuando la especie parece tener movimientos estacionales signi-ficativos entre hábitats a lo largo del año (Rosselli y Estela 2002; Moreno y Devenish 2003).
Otras amenazas, comunes a especies que habitan en islas, son las especies introducidas y los eventos estocásticos como huracanes, incendios o epidemias (Woodworth 1997; Franco y Bravo 2005; Bird-Life International 2009t). En San Andrés hay preocupación particularmente en cuanto a dos especies introducidas: la María Mulata (Quiscalus mexicanus) y el Lobo Pollero (Tupinam-bis teguixin) (Coralina 2010). Aunque no hay estudios que demuestren efectos negativos sobre la población del Vireo de San Andrés, es necesario entender los impactos que las especies introducidas tienen en la biodiversidad nativa y tomar medidas de mitigación (Rosselli y Estela 2002; Franco et ál. 2009).
Historia de vida
El estimado de supervivencia anual del Vireo de San Andrés es 0.249 para adultos y 0.217 para inmaduros. Según este es-timado la expectativa de vida de los adultos es 3.6 años y de los inmaduros 3.1 años (cálculo realizado con datos de captura y recaptura de Vireo caribaeus, base de datos en línea de Fundación ProAves, revisada el 8 de diciembre de 2008).
Medidas de conservación tomadas
En el año 2000, el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina fue declarado como Reserva de Biosfera Sea-flower por la UNESCO. Acto seguido se dio inicio a un proce-so educativo en la isla sobre la importancia de Vireo caribaeus (Moreno y Devenish 2003). Este proyecto, apoyado por el Jardín Botánico de la Universidad Nacional de Colombia sede San Andrés y CORALINA, generó un compromiso institucional de difundir información y promo-ver localmente la conservación de la especie (P. D. Lowy com. pers.).
Paralelamente, el desarrollo de estudios particulares sobre la biología (Rosselli 1998) y la ecología reproductiva (Gómez-Montes 2004; Gómez y More-no 2008; Gómez et ál. 2010; Gómez 2011) y el Programa de Monitoreo y Conservación de Especies Migratorias de la Fundación ProAves (2003 – 2008) contribuyeron a aumentar el conocimiento sobre la ecología básica e historia natural de la especie y han propuesto recomendaciones para su conservación.
El establecimiento de la Reserva Natural de las Aves Chin-cherry en 2006 fue otra acción en pro de la conservación de la especie por la Fundación ProAves, la cual adquirió un lote ubicado al sur oriente de la isla en inmediaciones del manglar de Smith Channel.
Medidas de conservación propuestas
Es necesario hacer estudios de-tallados para conocer el estado actual y las dinámicas poblacionales de Vireo caribaeus. Se debe profundizar en temas como los movimientos estacionales y los requerimientos y calidad de hábitat a lo largo de todo el ciclo de vida.
Igualmente hay que evaluar el potencial im-pacto de las especies introducidas sobre la población de Vireo caribaeus. Se recomienda evaluar el efecto que las diferentes iniciativas educativas sobre Vireo caribaeus han tenido en San Andrés para diseñar estrategias de larga duración, como por ejemplo la inclusión de currículos especiales en las instituciones edu-cativas.
BioEscuderos

San Andres vireo
The San Andres vireo or St. Andrew vireo (Vireo caribaeus) is a threatened species of vireo endemic to the Colombian island of San Andrés in the Caribbean, located off the east coast of Nicaragua. Due to habitat loss from the ever expanding population on these small islands, the species has now become limited to a few localities on the southern half of the island, but it is still common in some of these areas. It is found in most habitat types on the island.
Description
It is a small bird, 12.5 cm in length. It is olive-green above and whitish or pale yellow below. It has two white bars on the wing, pale edges to the flight-feathers and a pale yellow stripe between the bill and eye. The eye is grey-brown. It has several songs and calls, producing a one-syllable chattering, a repeated two-syllable song and a three-syllable song.
It is very similar to the mangrove vireo (V. pallens) and Jamaican vireo (V. modestus). It has a slightly thinner and darker bill than the mangrove vireo. Its bill is slightly longer and darker than that of the Jamaican vireo which also differs in having a whitish eye and fainter stripe between the bill and eye.
Distribution and habitat
It is restricted to the islands of St. Andrew (or San Andrés) and Providencia in the south-west Caribbean which belong to Colombia but is closer to Nicaragua. It occurs in a variety of habitats including woodland, cocoa plantations, scrubby pastures and mangrove swamps. It prefers vegetation with a dense understorey. It is most common in the less urbanized south of the island. The population has been estimated at between 8,200 and 14,000 individuals.
The bird has a very small range and may be vulnerable to the effects of hurricanes. It is threatened by habitat loss as the island’s population increases. However, it is tolerant of habitat degradation and is still one of the island’s commonest birds. It is classified as Vulnerable by BirdLife International.
Behaviour
It feeds by gleaning caterpillars and other arthropods from vegetation. The breeding territory covers about 0.5 hectares and nesting has been recorded in June. The nest is built on or hanging from a branch in bushes or mangroves. Two lightly spotted eggs are laid.

Fuentes: Wikipedia/eBird/xeno-canto/Libro rojo de las aves de Colombia II